Cuando pensamos en un revestimiento decorativo para nuestra casa hay muchas opciones. Las más tradicionales han sido las baldosas para el suelo, los azulejos para baños y cocinas, y el yeso para las paredes.
Sin embargo, desde hace un tiempo existe un nuevo revestimiento que se está usando cada vez más por todas las propiedades que tiene: el microcemento.
¿Qué es el microcemento?
Al imaginar el cemento nos viene a la mente un material con un acabado que suele ser bastante tosco, pero el microcemento no puede estar más lejos de esa imagen, pues es un compuesto que tiene una base de cemento, mezclado con minerales, resinas, pigmentos y algunos componentes que le puede dar características especiales como la impermeabilidad.
Se aplica de manera continua y no crea juntas, lo que es una de sus grandes ventajas con respecto a otros revestimientos, además de que al ponerse en capas muy finas apenas añade peso a las superficies.
Qué ventajas tiene sobre otros revestimientos
Que el microcemento se esté extendiendo como material para revestimientos no es casualidad. La razón es que tiene muchas ventajas que lo hacen una muy buena opción para muchas situaciones.
Sensación de amplitud
El microcemento es el mejor material si queremos crear revestimientos que den sensación de amplitud. Esto consigue que los suelos parezcan infinitos.
No tiene juntas como otros pavimentos, por lo que no hay “cortes”. De hecho, se puede poner todo el suelo de microcemento de una vivienda sin ver una sola junta, lo que contribuye a la impresión de que el suelo no termina nunca.
Aspecto vanguardista
Unida a la impresión de amplitud tenemos el aspecto vanguardista. Ya estamos más que acostumbrados a ver los suelos “de toda la vida”, pero no lo estamos a ver los de microcemento.
La ausencia de las juntas junto con los colores simples hace que todos los lugares donde se usa el microcemento tengan apariencia de vanguardia, de decoración actual e incluso industrial en muchos casos.
Se aplica sobre cualquier superficie
Es posible aplicar microcemento sobre cualquier superficie, lo cual permite actualizar estancias poniendo una capa de este material.
Por ejemplo, podemos cambiar un baño por completo solo con una capa de microcemento, que se puede dar en el suelo, en las paredes e incluso se pueden “forrar” lavabos y duchas con él, pues se puede impermeabilizar.
No hay que hacer obras
Muchas veces pensamos en actualizar la cocina, el baño o en cambiar el piso de nuestra vivienda, pero desistimos cuando pensamos en las obras que hay que hacer.
Tendríamos que quitar baldosas, azulejos, etc., llenándolo todo de polvo y generando cientos de kilos de escombros, lo que nos obliga a poner un contenedor en la calle y a pedir permisos al ayuntamiento.
Con el microcemento esto no ocurre. Al poder fijarse a cualquier superficie, podemos cambiar el suelo de toda la vivienda colocando el microcemento encima, algo que se puede hacer incluso aunque el pavimento esté en mal estado.
En la cocina no hace falta quitar los azulejos, pues este material se pega a ellos, lo que supone que no hay escombros y que nos podemos animar a hacer una reforma que es más sencilla que la tradicional.
Ahora mismo, el microcemento es uno de los mejores revestimientos que podemos poner en casa. No necesita obras, se adhiere a cualquier superficie y tiene una gran cantidad de acabados y colores, adaptándose a todos los gustos y creando un aspecto moderno que no dan los clásicos azulejos o las baldosas.