El salón, es la estancia del hogar perfecta tanto para reunir a la familia como para recibir invitados, entendiéndose la importancia de la comodidad, aspecto que depende en gran medida de contar con un sofá confortable.
Los cojines son los elementos pensados para maximizar el confort; sin embargo, lejos de lo que muchos piensan la clave no está en tener muchos, sino lograr el equilibrio entre cantidad, forma y diseño. Otra forma de lograr el mejor efecto es combinar el recurso con una funda, visite el sitio web de Fundas Moderna y encuentre la mayor variedad de modelos.
La simetría es elemental
Aunque no se trata de una norma inquebrantable, la principal regla al momento de embellecer el sofá usando cojines es evitar la asimetría. Disponer las piezas de manera simétrica genera un impacto visual agradable que invita al descanso y la relajación.
Con orden todo queda mejor
La mayor parte de los decoradores acostumbra a empezar la distribución desde los extremos hacia el centro, colocando uno en cada lado hasta juntarse en el medio, cuidando de dejar los más pequeños para el interior.
En cuanto a la posición, no hace falta que queden totalmente de frente, de hecho se ven bastante bien dispuestos en diagonal siempre que todos compartan el mismo sentido.
La cantidad sí importa
En este punto tampoco hay una norma estricta; los especialistas en decoración plantean números impares –lo que suena contradictorio considerando el tema de la simetría– evocando los trípticos o grupos de elementos deco que suelen ir de cinco en cinco.
De acuerdo a ello, la fórmula idónea será usar números pares en los extremos y dejar para el centro un único cojín, de preferencia que difiera en forma respecto al resto pudiendo escoger entre uno alargado o redondo.
Tamaño y forma acorde al espacio
Las dimensiones del sofá son las que delimitan el tamaño perfecto de los cojines. Por tendencia, es el cojín de 50 x 50 cm el modelo estándar que mejor se ajusta a la mayoría de los tipos de sofá, no obstante ante sofás demasiado grandes o muy pequeños, conviene realizar un ajuste.
Aunque es aceptable la combinación de cojines de distintos tamaños, resulta elemental que la diferencia no resulte excesiva, ya que en vez de lograr un buen efecto, termina por comprometer la armonía.
Respecto a las formas, la combinación de diseños rectangulares con cuadrados y redondos, no representa limitante, incluso, es una manera de incrementar el dinamismo en el conjunto.
El estilo decorativo delimita el diseño
En términos de diseño, son los colores del salón los que más hacen peso en la elección de los cojines. Resulta erróneo tomar en cuenta solo el color del sofá, cuando la decisión acertada requiere considerar desde el que prima en las paredes y cortinas, hasta el que predomina en mantas, alfombras y suelo.
Buscar colores complementarios, es una excelente estrategia para sacar mayor provecho del recurso, así como combinar cojines lisos con estampados, sobre todo si la intención es aumentar el dinámico en salones de especial aspecto neutro.
Texturas para un efecto renovado
Los cojines tienen la particularidad de cambiar por completo el look del sofá, y por consecuencia, del salón en general. Las diferentes texturas consiguen modificar la sensación que transmite el salón, haciendo que valga la pena ir más allá de combinar estampados y colores.
Para un efecto fresco, los textiles como el algodón o poliéster son la solución, especialmente si se escogen colores beige, gris claro, rosa, celeste o blanco. Por su parte, los cojines mullidos sirven para acentuar un estilo boho chic y las fibras se encargan de transmitir calidez.